domingo, 20 de febrero de 2011

Impartición de una clase.

Como siempre ha pasado y siempre pasará en cada clase hay diferencias entre los niños, lo que conlleva a que cada uno tenga una forma de aprender, por lo que el profesor necesitará prestarle más atención o reiterarle las cosas hasta que las consiga asimilar. En el proceso de aprendizaje, podemos destacar que hay diferentes escalas: existe la gente que solo responde a los estímulos que se lo pongan, si reciben cosas para premiarles o para inhibirles y siempre tenderán a hacer esas cosas con las que han sido recompensados; como por ejemplo un alumno que siempre haga los deberes se le premiará con el aprobado, pero por el contrario si no hacen sus tareas su recompensa será suspender o se les inhibirá con algún tipo de conversación o ayuda para que intenten cambiar.
Para que los chicos se puedan sentir motivados hay que ponerles una meta que para ellos sea alcanzable, aunque siempre no sea algo que les sea de agrado. Si un profesor no sabe motivar a sus alumnos, ellos no se sentirán con ganas de coger su asignatura y ponerse a estudiar, y la dejarán aparcada. Cuando llega el momento en el que crees que puedes con todo y te das cuenta de que no es así, surge la frustración y esta no lleva a nada bueno. Cuando alguien empieza a sentirse frustrado puede reaccionar de dos formas:
  • Que esa persona se motive más e intente echarle todas las ganas posibles para poder aprobar y seguir hacia delante.
  • Y la otra manera, es que como ve que no puede lo deja y pasa de ella. Esto en ningún caso es bueno, por lo que el profesor debería ayudarle y ver como este alumno podría mejorar para que su situación cambiara.
Dependiendo de la manera de como se frustran los alumnos, así surgirán las diferentes posturas en clase, por eso no puedes tratar a todos por igual, pero nos puedes hacer excepciones. Sin embargo, si puedes prestarles tus horas libres para que les puedan servir de apoyo.
Con todo esto quiero decir, que una buena clase sería en la que cada uno tuviera sus diferencias y sus dificultades y el profesor pudiera solucionarlas con algún tipo de mecanismo que consiguiese que todos llegaran a un punto en el que todos estuvieran agusto y con una buena motivación hacia esa asignatura.