domingo, 15 de mayo de 2011

Crítica a la clase de Filosofía

La clase de filosofía es una clase bastante productiva y en la que por encima de todo aprendemos mucho. Es de las pocas de las que veo, que tanto mis compañeros como yo, aprendemos bastantes cosas y siempre acabamos con ganas de dar otra clase más. Yo acepto y estoy de acuerdo con la técnica que utiliza el profesor para impartir su clase; me gusta su forma de explicar el temario, la actitud con la que lo hace y el énfasis y las ganas con las que explica, es todo esto lo que hace que tengamos ganas de más clases, tengamos ganas de estudiar y de aprender mucho. En ocasiones y cuando se enfada lo que no me parece muy justo para todos es que no deje hacer preguntas, porque alomejor a él le conviene para adelantar temario, pero a nosotros nos perjudica. La verdad es que muchas veces nos merecemos que nos haga esto pero no puede llegar y dar todo seguido porque como he dicho anteriormente, somos nosotros lo que salimos perjudicados y los que salimos perdiendo. Hay otro aspecto que tampoco me gusta mucho, el hecho de que no traigamos los apuntes. Claro y entiendo que le puede molestar que nos traigamos los apuntes porque se pasa el verano haciéndolo para facilitarnos las cosas a nosotros, pero lo tampoco se puede hacer es que si uno tiene una duda y no ha traído los apuntes, no responderle aquello que no entiende. Esto lo que puede hacer es que cada uno ya pase de preguntar solo por miedo a que el profesor no le deje hacerlo. Y la última critica que puedo hacer, y con todo esto no pretendo ofender a nadie, si no solo hacer alguna aportación de lo yo pienso a cerca de la clase, es que nos molesta mucho a todos que el profesor cuando alguien le quiere poner un ejemplo suyo o algo parecido le diga que no le importa, que no le interesa, eso hace que nos sintamos un poco insignificantes. De todas maneras solo son esas tres cosas puntuales lo que se puede criticar desde el aspecto negativo, porque todo lo restante es positivo y nos hace mucho bien.

sábado, 26 de marzo de 2011

El alma, algo superior.

Durante mucho tiempo la mayor parte de la gente si creía en la existencia del alma, ya fuera porque en ese momento la gente creía más en la religión, porque no había tantos avances como hasta el momento ha habido o por cualquier otro motivo, pero ahora, en cambio pocas personas confían en que de verdad haya algo superior y que no se pueda explicar con palabras. Desde mi punto de vista la existencia de alma es verdadera, a parte de que mi religión crea en ella y en que después de la muerte tu alma irá al cielo o al infierno, si se puede dar la certeza de que exista, ya que muchas cosas de las que pasan no se pueden explicar mediante cualquier experimento o echo científico. Cuando hay una etapa de tu vida en la que crees que estás hundido y que no podrás salir de ese pozo en el que te encuentras, de repente sin ninguna razón aparente, sientes como una fuerza que te impulsa hacia arriba y que hace que no te desmotives y que sigas hacia delante. Para mí, esto no tiene ninguna explicación científica, sino que hay algo en tí que te hace mantener esas ganas de vivir. El alma es el que hace que te sientas bien cuando realizas buenas acciones y que te arrepientas de ello cuando  lo haces mal, porque si lo haces mal nunca llegarás a conseguir el propósito que lo Cristianos se marcaron; ir al cielo y seguir el camino de Jesús. En conclusión, la razón por la que el alma existe es que hay pocos echos que de verdad puedan explicar ciertas cosas que no tienen cavidad alguna.

domingo, 20 de febrero de 2011

Impartición de una clase.

Como siempre ha pasado y siempre pasará en cada clase hay diferencias entre los niños, lo que conlleva a que cada uno tenga una forma de aprender, por lo que el profesor necesitará prestarle más atención o reiterarle las cosas hasta que las consiga asimilar. En el proceso de aprendizaje, podemos destacar que hay diferentes escalas: existe la gente que solo responde a los estímulos que se lo pongan, si reciben cosas para premiarles o para inhibirles y siempre tenderán a hacer esas cosas con las que han sido recompensados; como por ejemplo un alumno que siempre haga los deberes se le premiará con el aprobado, pero por el contrario si no hacen sus tareas su recompensa será suspender o se les inhibirá con algún tipo de conversación o ayuda para que intenten cambiar.
Para que los chicos se puedan sentir motivados hay que ponerles una meta que para ellos sea alcanzable, aunque siempre no sea algo que les sea de agrado. Si un profesor no sabe motivar a sus alumnos, ellos no se sentirán con ganas de coger su asignatura y ponerse a estudiar, y la dejarán aparcada. Cuando llega el momento en el que crees que puedes con todo y te das cuenta de que no es así, surge la frustración y esta no lleva a nada bueno. Cuando alguien empieza a sentirse frustrado puede reaccionar de dos formas:
  • Que esa persona se motive más e intente echarle todas las ganas posibles para poder aprobar y seguir hacia delante.
  • Y la otra manera, es que como ve que no puede lo deja y pasa de ella. Esto en ningún caso es bueno, por lo que el profesor debería ayudarle y ver como este alumno podría mejorar para que su situación cambiara.
Dependiendo de la manera de como se frustran los alumnos, así surgirán las diferentes posturas en clase, por eso no puedes tratar a todos por igual, pero nos puedes hacer excepciones. Sin embargo, si puedes prestarles tus horas libres para que les puedan servir de apoyo.
Con todo esto quiero decir, que una buena clase sería en la que cada uno tuviera sus diferencias y sus dificultades y el profesor pudiera solucionarlas con algún tipo de mecanismo que consiguiese que todos llegaran a un punto en el que todos estuvieran agusto y con una buena motivación hacia esa asignatura.